Back on the chain gang
He vuelto.
Este finde hice lo que amo hacer. Pesqué mi jardín y lo arrepollé todo. Lo dejé bien crespo y listo para recibir plantas y flores que lo pondrán más bello aún. Amo mi jardín y amo mi casa.
El otro día estuve conversando con Pame sobre el tema de los hijos y las parejas. Curiosamente, el viernes en la noche llegó a despertarme mi adorada amiga Tere y nos enfrascamos en una conversación nocturna sobre hijos y miedos.
Yo no tengo mucho que aportar, supongo que vivo en una excepción a la regla que lleva a la mayoría de la gente soltera que conozco a temer a los futuros hijos más que al diablo y a Lavín y a Pinochet juntos. "es que mi libertad, es que la plata, es que mi tiempo". Hijos, sinónimo de sometimiento y anulación.
Bueno, no es mi caso. Será porque ese sentimiento de culpabilidad que parecen acarrear todos no me acompaña. Yo ese lo erradiqué hace demasiado rato de mi vida y en ese sentido no me cuestiono muchas cosas. Por eso me da lo mismo no ser el prototipo de mamá de comercial de cornflake, y me relaciono con mis hijos como con cualquier otro ser humano. En ese sentido, satanizar la paternidad trayendo a colación escenas de pataletas de cabros chicos, sería lo mismo que hablar de violencia intrafamiliar para ilustrar la vida en pareja, o las traiciones para hablar de amistad.
Creo que pocas veces he transado mi libertad y en eso he tenido mucha suerte. He podido elegir mis trabajos, mis rutinas, mis parejas, mis amores, y también mis desgracias. Soy absolutamente responsable de todo lo que me hace feliz y miserable. Y no me siento culpable de nada, porque hasta donde yo sé, nadie se ha muerto y nadie ha modificado su existencia a causa mía. Yo tampoco lo he exigido así, y eso también va para mi relación con mis propias hijas, ellas, cuya mayor diferencia conmigo es que no eligieron "pertencerme". Por lo tanto, desde mi perspectiva, no lo hacen.
El resto, ellas funcionan como cualquier ser humano, y creo que esa es la forma en que uno debe relacionarse con los hijos. Como seres independientes que merecen respeto, espacio, que necesitan equivocarse para aprender, que necesitan libertad para elegir, y que vestirlos y alimentarlos es lo menos importante en todo ese proceso.
Y bueno, al otro lado estoy yo, también ser humano y llena de defectos y algunas que otras virtudes ocultas. Yo, la reina de la falla y el error, "Miss Mistake", desvergonzadamente deseosa de placeres de todo tipo y factura, distraída de todos los conceptos del diccionario, llorona, triste, inútilmente inteligente, espantosa con los horarios y las recepciones, esclava de los apuntes, de las letras y las melodías ajenas, terca y maldiciente, punto aparte en las relaciones humanas, solitaria, atolondrada, invisible, inconformista.
Pero esa soy, y esa misma es la que se levanta cada mañana pensando que la muerte la persigue, y que habrán muchas preguntas que quedarán sin respuestas y en el afán de responderlas todas pasan las horas sobre mi mala cabeza. Esa es la que les tocó de mamá, y tal vez no es tan terrible, porque burbujean de infinito. En ocasiones me ha dolido tanto existir y vivir en un mundo que no me refleja, que he pensado que pude dañarlas con tanta dispersión, pero supongo que esa es mi dimensión humana (lamentable, es cierto).
Y lo único que me parece real y significativo, que en toda mi fragilidad, aporté dos seres humandos resplandecientes, que al igual que yo lo hice alguna vez, se mueren con devorar al mundo.
Y estos días huelen maravillosos.
The powers that be
That force us to live like we do
Bring me to my knees
When I see what they’ve done to you
But I’ll die as I stand here today
Knowing that deep in my heart
They’ll fall to ruin one day
For making us part
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